Aparte del concurso Bíblico, creo que no hay evento mas importante en el camporee que las marchas. ¿Porque? Porque requiere de la participación del club completo, o por lo menos de la mayoría, y es un buen termómetro del trabajo en equipo. La lección de este último sábado habló sobre la confraternidad y el amor hacia nuestro prójimo.
Muchas veces cuando pensamos en salud nos imaginamos un cuerpo libre de enfermedades y dolencias, pero la salud holística abarca mucho más que esto. Además del aspecto físico, mental y espiritual, no se puede olvidar el aspecto social. Las relaciones que tenemos con nuestro prójimo son muy importantes para nuestra salud integral.
No somos un club perfecto, a veces tenemos problemas. Nuestra capacidad de amar al prójimo se mide no con aquellos con los que nos es fácil relacionarnos, sino con aquellos con los que hemos tenido problemas o talvez con los que simplemente no nos llevamos bien. Es fácil amar a los amigos, pero y ¿que de aquellos que nos han hecho algún mal o han dicho algún comentario equivocado?
Cristo dijo: “Un nuevo mandamiento os doy, que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado” (Juan 13:34). Cristo no dijo, ama a tus amigos y a tu familia nada más. El nos exhortó a amar a nuestro prójimo, a todos, porque sabía la importancia que las relaciones sociales tienen en nuestra salud. Ama a tus amigos y ama también a aquellos que te resulta difícil amar.
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